viernes, 28 de diciembre de 2012

Entrevista al Padre Francisco Ignacio Hernández Rivero, fundador de la Fraternidad de Servidores del Corazón Sacerdotal de Jesús.


Entrevista al Padre Francisco Ignacio Hernández Rivero, fundador de la Fraternidad de Servidores del Corazón Sacerdotal de Jesús.
 

 

 
En la foto: Miembros de la Fraternidad junto con algunos monjes. En el centro está el Padre Prior y a su lado el Padre Francisco.

       ¿De dónde es?

 

       De Granadilla, un pueblo del sur de la isla de Tenerife, tierra del santo Hermano Pedro…

 

       ¿Con qué edad entró en el seminario? 

 

       Con 17 años.

 

    ¿Cómo sintió la vocación?

 

    . No podría poner un momento exacto en el que me haya empezado a plantear la vocación,  desde pequeño sentí la llamada al sacerdocio. Creo que desde que tengo conocimiento,  uso de razón, quería ser sacerdote, sentía un atractivo muy grande hacia el ministerio sacerdotal. Y lo curioso  es que no tengo familiares consagrados o sacerdotes, ni mi familia era por aquel entonces muy religiosa…desde luego que es un misterio cada vocación.

 

    ¿Qué hecho concreto le llevó a fundar la fraternidad? 

 

    Hay una pre-historia. En mi Primera Misa presidia ya como sacerdote,  hice  ofrenda al Señor, una ofrenda de gratitud. Ofrecí mi ministerio por las vocaciones, agradecido por el bien que me hizo el Seminario, tanto a nivel humano como espiritual y el Señor me tomó por la palabra. Mi ministerio sacerdotal ha estado siempre vinculado alrededor de las vocaciones, de la vida consagrada, del Seminario, etc. En los destinos a los cuales he sido envidado  me ha tocado atender  y compartir con la vida consagrada en una gran variedad de carismas, luego el Señor me llevó  de nuevo al Seminario como formador  a compartir los futuros sacerdotes, también estuve durante cinco años de Delegado Diocesano de Pastoral Vocacional, especialmente en este servicio, el Señor hizo que conociera la vida consagrada en sus muchos carismas. También he dado clase a religiosos, retiros, ejercicios espirituales… todo esto ha hecho que descubra la belleza de  la vida consagrada, la valore y la vea como un regalo de Dios para la Iglesia y para el mundo.

 

    Desde estos ministerios, he conocido las luces y las sombras, los gozos y los retos de la vida consagrada, y, a la vez, cosa muy hermosa, he descubierto a gente preocupada con la vida sacerdotal, gente que acompaña, ayuda al sacerdote en la parroquia, gente que comparte su cercanía y apoyo al Seminario, consagrados… y con esa gente me he ido relacionando, compartiendo inquietudes y preguntándonos qué podemos hacer por las vocaciones, por los sacerdotes.

 

     Hay una historia  que comienza cuando  mi obispo emérito, D. Damián Iguacén Borau, y mi obispo actual D. Bernardo, me decían que pusiéramos por escrito, que le diéramos forma a esa inquietud,  de  oración, de ofrecimiento y aquí fue surgiendo poco a poco la fraternidad de servidores. Don Bernardo me indicó que fuera a hablar con otro sacerdote, hoy obispo de Coria Cáceres, Don  Francisco Cerro,  y en aquel momento director del Centro de Espiritualidad del Corazón de Jesús en Valladolid  para que me ayudase a redactar los estatutos, según lo que iba viendo y sintiendo en mi corazón que Dios quería que fuese el camino de  la Fraternidad de Servidores.  Siempre estaré agradecido a estos dos instrumentos del Señor, Don Bernardo nuestro Obispo Diocesano, y Don Francisco Cerro por su aliento e indicaciones.

 

 

    El nombre de la Fraternidad es algo largo y curioso, ¿qué se esconde tras este nombre?

 

    Ciertamente que es largo. Detrás del “nombre” Fraternidad de Servidores y los “apellidos” del Corazón Sacerdotal de Jesús, hay todo un proyecto, toda una inquietud de cara a crear cultura vocacional. La Fraternidad no es sólo un grupo de oración por las vocaciones, es algo más. Se trata  de orar, es lo primero, ya el mismo Señor recuerda su importancia, pero es también conocer, valorar, apoyar, promover la vida consagrada en todos sus carismas. Esta parcela, desde mi experiencia, me parece olvidada en bastantes ámbitos de  la vida de la Iglesia. La pastoral vocacional es la cenicienta en las programaciones de muchas  parroquias, movimientos, realidades eclesiales. Explico lo anterior: en las parroquias hay  grupos, por ejemplo, de caritas para la atención a los pobres, animación litúrgica, monaguillos, catequesis, etc…todo esto es estupendo, pero hay un vacío en la comunidad cristiana de gente que recuerde, que haga presente la necesidad de  conocer, apoyar, promover la riqueza de la vida consagrada, de orar por las vocaciones y consagrados. Constatando este vacío,  ha surgido la Fraternidad. Creo que es una pequeña obra del Corazón de Cristo. Los miembros son laicos consagrados que, en sus diferentes ámbitos y realidades en los que se mueven, llevan esta sensibilidad por las vocaciones y la vida consagrada. También potenciamos todo lo que hay a nivel eclesial en torno a la vida consagrada y a las vocaciones, haciéndonos presentes y ofreciendo causes para crear cultura vocacional.

 

    ¿Ofreciendo cómo?

 

    Ofreciendo Expos - Vocacionales,  es decir, exposiciones que sirven para descubrir la riqueza de carismas que tenemos en las Diócesis; Cadenas de Adoración ante el Santísimo de varios días, algo muy importante ya que sensibiliza a la gente a orar por las vocaciones y por la fidelidad de aquellos que ya han respondido; Organizando  Vigilias ante las consagraciones, ordenaciones…, Horas Santas con testimonios vocacionales, Retiros Espirituales… nos hacemos presentes cuando hay una consagración, una ordenación, y con la presencia decimos que esto es importante, es un regalo de Dios, estamos aquí compartiendo la alegría y apoyando ese SI.

 

    Los miembros de la fraternidad hacen consagración de vida, ¿en qué consiste esta consagración?

 

    En la Fraternidad hay consagración, una consagración laical, y esto es un gran regalo, porque cuando una persona descubre que sus sufrimientos en la vida, sus problemas, sus luchas no caen en saco roto, sino que pueden ser ofrecidas al Señor  especialmente por la vida consagrada, por los sacerdotes… su vida cambia y he sido testigo de ello. En la Fraternidad hay gente que lleva  años en cama, otros que tienen problemas graves, pero que hacen su ofrenda de vida con alegría y paz,  afrontando su realidad de otra manera, sabiendo que el Señor escucha y acoge su ofrecimiento. En la Fraternidad  hay miembros de todos los estados de vida, casados, matrimonios, solteros, viudos,  incluso separados que por algún motivo no ha funcionado su matrimonio y han hecho esa ofrenda al Señor desde la situación que viven.

 

    Si alguien contacta con la Fraternidad y piensa que el Señor lo quiere viviendo este carisma, ¿qué proceso formativo siguen?

 

    Hay un proceso, un discernimiento, porque es verdad que hay gente que se apunta a todo en la Iglesia y al final no están en nada, y para que esto no pase hay un tiempo de acompañamiento. Ciertamente que el estar en la Fraternidad no pisa otras realidades eclesiales a las que se esté vincualdo, y esto es bueno porque así llevarán a sus grupos esta sensibilidad de “cultura vocacional”. El proceso que se sigue está plasmado en los Estatutos, hay un plan de formación.  Hay una especie de  noviciado antes de la  consagración. Se da a conocer el valor de la paternidad/maternidad espiritual sobre los consagrados y sobre las vocaciones, ya que dice Jesús que por encima de los vínculos de la sangre se encuentran los del espíritu, y este vínculo es muy grande. A los que tienen esa inquietud se les sitúa en estas coordenadas para que la descubran. Luego se introduce en la vida de oración, por supuesto, en la Liturgia de las Horas, en el sentir con la Iglesia y en el sentido del ofrecimiento, de la consagración, es decir, donde Dios nos ha colocado y nos ha puesto, ese es nuestro altar y desde ahí ofrecemos al Señor nuestra vida por las vocaciones y los consagrados a Él. Luego se le da a conocer la espiritualidad del Corazón de Jesús, espiritualidad muy unida a la Fraternidad.

 

     ¿Por qué está muy unida la espiritualidad del Corazón de Jesús a la Fraternidad?

 

   Porque es la espiritualidad del amor, del servicio, de  la entrega incondicional. Por el hecho de que en la Solemnidad del Corazón de Jesús el Papa-beato Juan Pablo II instituyó la Jornada Mundial de Oración por los sacerdotes, también, porque hay una promesa en Jeremías 3, 15 que dice: Os daré pastores según mi corazón y por supuesto porque quien ama mirando al Corazón de Cristo se entrega como Él. Sólo ama quien se entrega y sirve a sus hermanos desde la gratuidad, como el Maestro.

 

    ¿Qué más aspectos de la formación tiene la Fraternidad?

 

    Un aspecto muy importante es el descubrir el sentido de la consagración, que Dios te ha elegido  y destinado para algo, y esa misión en nosotros es crear cultura vocacional. Nos la definió con unas bellas palabras el Prior de este monasterio el Padre José María, cuando nos dijo que la Fraternidad tiene que “ser eco de la llamada de Dios en la Iglesia y reflejo del corazón de Cristo”.

 

    En este proceso o “noviciado” hay varias etapas o entregas:

 

  • Se entregan los Estatutos, que se conozca el ideario de vida y se explica.
  • La entrega de la Virgen María, signo de la maternidad que se asume, o paternidad siguiendo el modelo de San José.
  • La entrega de la oración de la Iglesia, de la Liturgia de las Horas. Hay que dar hondura a la gente, no caer en devocioncillas tontas, hay que buscar lo esencial y aquí, junto con la Eucaristía, tenemos la Liturgia de las Horas. La importancia de la oración de intercesión y del sacerdocio común de los fieles, que es una maravilla muy desconocida.
  • La última entrega es la de la vida en la consagración, donde el obispo o su delegado le entrega a quien se consagra la alianza, signo de compromiso, de pacto de amor con Dios al responder a su llamada, y, junto a la alianza, se entrega la cruz de la fraternidad, cruz donde se representa a Jesús en la cruz y la Virgen al pie de ella.

 

    ¿Qué ha supuesto para la diócesis Nivariense esta fundación?

 

    Para la diócesis ha supuesto, y ha sido muy grato, un despertar en ir conociendo y valorando la vida consagrada con los medio que antes dije que ofrecemos, y también ha supuesto un despertar de la espiritualidad del Corazón de Jesús, espiritualidad que hace pocos años se veía como una devocioncilla más o algo trasnochado de otra época.

 

    La Fraternidad tiene, como hija de la Iglesia, sus cimientos en Cristo, pero en la figura de un Cristo que muestra su Corazón a los hombres en esta espiritualidad del Corazón de Jesús. El hecho de que esta espiritualidad sea la bandera de la Fraternidad en un tiempo donde está devoción parece de otra época, ¿qué problemas le ha supuesto para la Fraternidad la ignorancia de la gente en este aspecto?

 

    Una primera dificultad ha sido el que algunos se cuestionen: ¿Cómo se pueden consagrar laicos? Y esa consagración es legítima y es posible. La consagración es una ofrenda de vida, no religiosa como se entiende por tal, pero cuando la Iglesia pone el sello y nos dice que nuestra misión es ser eco de la llamada del Señor y reflejo del corazón de Cristo, esto ayuda muchísimo. Aprovecho para decir que hay un grupo de gente que se está preparando para hacer los tres votos siguiendo los consejos evangélicos y el cuarto voto  que unifica a todos los miembros de la Fraternidad: el compromiso de  crear cultura vocacional.

 

    Otra dificultad ha sido el que le gente vea la espiritualidad del Corazón de Jesús como una simple devoción, porque algunos se han quedado en lo que es adjetivo en la espiritualidad y no en lo que es sustantivo. Lo adjetivo son las devociones, los primeros viernes, las letanías al Corazón de Jesús, la 12 promesas, etc, pero  lo sustantivo es descubrir que hay un Dios que tiene corazón, que se ha encarnado, se ha hecho hombre por amor a la humanidad, y ese amor es total. El Corazón de Jesús significa acoger este misterio del amor infinito de Dios para cada uno de nosotros, porque el corazón es símbolo del Amor; el Corazón de Jesús significa el amor de Dios en Cristo a través del Espíritu Santo del cual tenemos que ser reflejo.

 

 

    Explique está definición de la Fraternidad como eco de la llamada de Dios en la Iglesia y reflejo del corazón de Cristo:

 

    El eco es la resonancia de una voz, una voz que el eco la amplifica y hace más grande, y esta es la misión de la Fraternidad, recordar que Dios llama, que tiene un plan para cada uno y descubriendo ese plan damos  sentido a nuestra vida, nos realizamos felizmente.

 

    Reflejo del corazón de Cristo: Manifestar en nuestras actitudes, en nuestra vida el amor de Dios, que, en definitiva, es la espiritualidad del Corazón de Jesús.

 

    ¿Qué papel juega en el sentir de la Fraternidad el pueblo de Granadilla y el pueblo de Garachico?

 

    Al igual que el Señor se encarnó y hay lugares que hablan de esa historia de salvación, igual en la andadura de la Fraternidad puesto que hay lugares a los que está ligada, ejemplo de ello es el pueblo de Granadilla donde nace la Fraternidad y el obispo le puso el sello con la aprobación de los estatutos y consagración de los primeros miembros en el año 2008.

 

    ¿Por qué en Granadilla? ¿Por ser su pueblo?

 

    No, pudiera parecer que fuera por ese motivo, pero no. La Fraternidad nació en Granadilla porque fue el párroco del lugar quien nos acogió para la celebración de la erección de la Fraternidad y porque  la mayor parte  de miembros era en ese entonces del Sur de la Isla.

 

 

    ¿Y Garachico?

 

    Garachico… Hay que ver la Providencia de Dios, ya que en estas parroquias se celebra desde muy antiguo y con mucha belleza al  Sagrado Corazón de Jesús. Preside los retablos mayores de mis tres parroquias e incluso de una de ellas es el titular.  El Señor allí nos colocó una casa preciosa, Domus Mariae, la Casa de María, lugar de oración para la Fraternidad y abierta a la  toda la diócesis. En esta casa tenemos muchas de las actividades de la Fraternidad,  del arciprestazgo, de la diócesis. Allí organizamos diferentes actividades para dar a conocer la espiritualidad del Corazón de Jesús.

 

    Importante es, también, La Laguna, donde tenemos otra casa, la Casa de José, el padre de la Iglesia. La Domus Joseph tiene la misma vocación que la de Domus Mariae, es un lugar de encuentro, de oración, de reflexión y es una casa con bastante espacio verde.

 

   Una buena noticia, que adelanto, es que  el Obispo Don Bernardo, ha encargado a la Fraternidad la capilla de San Cristóbal en La Laguna para organizar allí la adoración del Santísimo por las vocaciones, la vida consagrada, los sacerdotes y por la diócesis. El 2 de febrero, D. m., día de la Vida Consagrada, comenzaremos la adoración del Santísimo, de pronto será diurna, de la mañana a la noche, y más adelante será nocturna, con lo que la adoración será perpetua. Va a ser un lugar donde se dará a conocer la vida consagrada, de forma que todos los meses habrá una Congregación, Orden o Instituto que expondrá su carisma. También habrá, todos los meses, una vigilia de oración acompañada con testimonios vocacionales.

 

    Dios siempre llama, pero no siempre se le responde. ¿A qué se debe, en su opinión, esta crisis de vocaciones? ¿Lo ve como una oportunidad para la Iglesia?

 

    El Señor siempre ha llamado y seguirá llamando porque el Señor no puede desatender al mundo, a la Iglesia, a su pueblo. ¿Dónde está el problema? El problema se halla en el hecho de que nuestra cultura actual no es vocacional, no propicia la escucha de la voz de Dios, falta silencio, faltan espacios de interiorización, y a la gente joven no se le ofrecen esos espacios, sino que continuamente se les distraen con otras cosas para que no reflexionen sobre la vida y su sentido, se les distraen para que sean objetos de consumo, manipulables. Romper este círculo es algo difícil, difícil pero posible, ahora te muestro la manera: Orar para que la gracia actúe y con su fuerza rompa ese círculo; también el posibilitar esos lugares donde la persona puede pararse, interiorizar y preguntarse qué sentido tiene la vida, y de ese modo surge la inquietud vocacional (hay que entender que cuando se dice aquí vocación no sólo se refiere a la vida sacerdotal, religiosa, sino que hago referencia a lo que el término dice en sí: la llamada de Dios a algo concreto) Otro aspecto para romper este círculo es el acompañamiento vocacional, puesto que muchos de los jóvenes que se plantean  estas cuestiones no han tenido un acompañamiento, un buen discernimiento de sus inquietudes, han vivido en la intemperie esa búsqueda, y claro está que si se está a la intemperie y no se está arraigado en Cristo se los lleva el ambiente. Creo que hemos descuidado mucho el acompañamiento.

 

    Estos tiempos nuestros son tiempos de grandes retos, y precisamente en tiempos de grandes retos el Espíritu Santo ha suscitado y suscita renovaciones en la Iglesia, veamos que los mayores santos que han renovado a la Iglesia lo han hecho en tiempos de grandes crisis, y es por eso que no tengo duda que el Señor ahora está suscitando generosidad en muchos corazones para que lleven el amor de Dios a mucha gente, estoy plenamente convencido. Este tiempo es una oportunidad para la Iglesia, lo vemos ahora con la Nueva Evangelización, es un tiempo de una gran oportunidad para buscar de nuevo lo esencial, para ir de nuevo al Evangelio, y según recuperemos la primacía de la Gracia, la primacía de Cristo, la primacía de la Palabra de Dios, de poner en el centro a la Eucaristía, según recuperemos esto surgirán vocaciones, matrimonios cristianos, evangelizadores. El reto hoy está en vivir plenamente lo que somos en la Iglesia.

 

    Para terminar, una última cuestión: Vemos que la fe de muchos cristianos se fundamenta sobre la mula y el buey, y no en Cristo. ¿Cómo podemos cambiar esto? ¿Qué ha ocurrido para que esto sea así?

 

    Creo que uno de los problemas que tiene la Iglesia hoy día es la falta de formación de sus cristianos. Tenemos cristianos que lo son por el hecho de que sus padres, sus abuelos lo fueron, y con una formación muy pequeña, muy elemental, muy básica o casi básica. Ocurre que cuando los medios de comunicación social nos cuestionan y no tenemos formación ni experiencia de fe los cristianos nos confundimos. Cuando el cristiano está cimentado en Cristo esas pequeñeces de la mula y el buey, que no aparecen en los relatos evangélicos, no te afectan puesto que sabes que tiene un sentido simbólico muy bonito y profundo y que lo importante del hecho ha sido que el Señor se encarnó, nació…el problema es la de –formación que confunde  los adjetivos y los sustantivos en la fe.

 

¡Ah¡, permíteme, Fray Mauro, que te felicite junto a tu hermano de comunidad  Fray Juan Carlos por la generosidad de vuestro SI recientemente en la profesión temporal. Sigan siendo tan acogedores, alegres y fieles al carisma de san Benito, que sin duda suscitará  seguimiento. Recuerdo que alguien con mucha sabiduría me dijo  que “La vocación la da Dios, el carisma los ojos”, que les vean a ustedes muy monjes, alegres y fieles. Gracias repito, por la acogida y vuestro SI.

Navidad 2012

 

 




 


 
 

 

 
 
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jueves, 20 de diciembre de 2012

Horario de Navidad


 

Horario de celebraciones en Navidad


Día 24: Nochebuena


Maitines: 10 de la noche
Misa: 12 de la noche

Día 25: Navidad

Misa: 11 de la mañana
Vísperas. 6:30 de la tarde

Día 31: Año nuevo
Maitines: 10 de la noche
Misa: 12 de la noche



Día 1 de Enero: Santa María Madre de Dios

Misa: 11 de la mañana
Vísperas: 6:30 de la noche



Día 5: Vísperas de Epifanía

Maitines: 10 de la noche


 
Día 6: Día de Epifanía
Misa: 11 de la mañana
Vísperas: 6:30 de la tarde



Día 13: Fiesta del Bautismo del Señor
Misa: 11 de la mañana
Vísperas: 6:30 de la tarde


martes, 11 de diciembre de 2012

Profesión Temporal

El día 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, nuestros novicios hicieron sus votos temporales. Os mostramos algunas fotografías de ese día de gracia.











 





martes, 4 de diciembre de 2012

Vísperas de la Inmaculada


Viernes día 7 de Diciembre 


09:30 p.m: Rezo del Santo Rosario

10:00 p.m: Vigilias


Sábado día 8 de Diciembre


Eucaristía: 08:15 a.m

Eucaristía conventual y Profesión Temporal: 05:00 p.m

jueves, 29 de noviembre de 2012

Homilía de la solemnidad de Cristo Rey


Homilía de la solemnidad de Cristo Rey

 

Padre Prior José María Jiménez Alonso

 

Queridos hermanos y hermanas:

 

Concluye un año litúrgico, concluye una etapa de la Historia de la Salvación y, como siempre, lo hacemos confesando a Jesucristo, principio y fin, Alfa y Omega, como acabamos de escuchar en la Palabra proclamada.  ¡Es que no puede ser de otra manera!, nosotros no queremos vivir sino en Cristo y vivir a Cristo, centrados en Él, en su Amor, en su Misericordia, en sus valores, en su persona; en definitiva, en su Reino.

 

 Su Reino es una de las categorías teológicas esenciales para entender a Jesucristo. Él, al empezar su vida pública, comienza predicando el Reino, y es evidente que la palabra Reino hace referencia a un Rey. Reino de Dios, reinado de Dios, que en el Evangelio se va perfilando como algo muy concreto, no como una idea bonita o simbólica, sino que el Reino que Jesús predica y quiere instaurar es algo tan concreto, tan concreto, que termina siendo Él mismo. Reino y Rey, en el caso de Jesucristo, es lo mismo. Ese Reino que, ciertamente es escatológico, que va a venir, pero que, precisamente por ser escatológico, ya empieza a estar aquí; un Reino que siempre está en crecimiento. Este elemento escatológico es un elemento muy importante para nuestra vida, pues nosotros vemos las cosas desde acá, pero el Señor las ve con una mirada eterna, valga la expresión, desde allá. A veces creemos que el éxito del Reino consiste en el número y no, el éxito consiste en el amor; y eso, el amor, quien único lo puede medir es Dios. Por lo tanto, es un Reino que está en crecimiento, un Reino que no es político, un Reino que no busca el triunfalismo ni el éxito humano, y de ahí la gran tentación de confundir los valores del Evangelio con los del mundo, ya el demonio llevo al desierto a Jesús y lo tentó en esta línea.

 

Lo que Jesús quiso instaurar y su manera de reinar no es como la de los hombres. Quiso instaurar un Reino que es universal, de horizonte a horizonte, donde caben todos los que el Señor juzga digno de entrar al banquete del Reino; y ese juicio también le toca a Él, no a nosotros. Un Reino que, claro está, es de Misericordia, no de castigo, algo que los cristianos nunca deberíamos de olvidar ni en la teoría ni en la práctica. Un Reino al que se accede, al que se entra por la conversión. Acabamos de hablar de misericordia, y misericordia, compasión, conversión van tan unidas que en el Reino de los cielos se hace fiesta cada vez que un pecador se convierte.

 

Emociona escuchar la segunda lectura, ese pasaje del libro del Apocalipsis, donde, de una manera clara, se pone a Jesús como el centro de la historia, el Alfa y la Omega, Aquel que viene sobre las nubes del cielo, Aquel que el profeta lo ve como ese Hijo del Hombre, Aquel que era y es y llega.

 

En el Evangelio de hoy vemos que, como contrapartida a tanta gloria, se nos presente este pasaje que acabamos de escuchar, pasaje tomado de San Juan. Esta pregunta sobre si era rey, ¿eres tú el Rey de los judíos?, se queda desvelada cuando afirma que Él es Rey, que su Reino no es de este mundo, que para eso ha nacido y para eso ha venido, para reinar. Aquí es donde la reflexión, la mente, el alma, el espíritu se pierden en ese océano, en esa inmensidad del Misterio de Cristo. Un Dios y a la vez un hombre, el centro de todo, y, sin embargo, reina desde la humildad, desde la entrega, desde la cruz. Estamos acostumbrados a estas palabras, de cómo suenan, de cómo debieron sonar aquel Viernes Santo, aquello de yo para esto he nacido y, bien lo sabemos, que no dijo esto para recibir los hosannas, sino el ¡crucifícalo! ; no dijo esto para que los mantos se extendieran por delante de Él al pasar, sino para ser despojado de todos sus vestidos; no dijo esto para recibir el cetro de poder, sino el cetro de burla; no dijo esto para reinar desde la gloria humana, sino desde el amor, porque la gloria de Dios hacia nosotros es, precisamente, manifestar su amor infinito, manifestar cuanto nos ama. Por todo ello, fíjense, no solamente se trata, queridos hermanos, de entender el Reino de Cristo, ni entender en que sentido se dice que es Rey, sino, como dice Nuestro Padre San Benito a sus monjes, servir a Cristo, servir al verdadero rey, Cristo el Señor (Prologo de la Regla de San Benito, 3). Es por esta razón que esta fiesta tiene un elemento vivencial muy notable: la adhesión a Jesucristo; el no solamente conocer, sino querer servirle, querer amarlo, querer vivir para Él, encontrar nuestro gozo hacer su voluntad, y ,cuando por desgracia el pecado nos muerda, encontrar nuestro gozo en dejarnos curar por su misericordia infinita, porque nuestro Rey, si bien es verdad que vendrá a juzgar, también es verdad que nos ha dado toda la vida para que descubramos su amor, descubramos que Él donde quiere reinar es en el corazón de cada uno de nosotros.

 

Concluye el Año litúrgico, estamos apunto de empezar, en Nuestra Santa Madre Iglesia, el santo tiempo del Adviento, en Oriente ya ha empezado. El Adviento es un momento para detenernos, para mirar a Jesús con toda el alma, con sinceridad, con transparencia y decirle: Sí, Señor, quiero servirte, quiero que Tú seas mi Rey, quiero que tu Reino tome cuerpo en mí, porque Tú nos has dicho que ese Reino está dentro de nosotros, quiero vivir para ti, de ti y contigo, porque para eso Tú entregaste la vida, y has sido glorificado a la derecha del Padre, y eres testigo fiel y primogénito de entre los muertos. A ti Señor, nosotros y cada uno, nosotros como Iglesia hacemos nuestra tu propia palabra y decimos: A ti la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén

 

 

 

Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad, Gran Canaria

lunes, 19 de noviembre de 2012

5º Aniversario de la muerte del Padre Santiago

El Jueves 22  tendremos  presente en la eucaristía al Padre Santiago, fundador de nuestro monasterio, en el quinto aniversario de su muerte. La Eucaristía será a las 8: 15 de la mañana

lunes, 12 de noviembre de 2012

Profesión Temporal


Con alegría la Comunidad monástica de este Monasterio de la Santísima Trinidad celebrará en el día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María la Profesión Temporal de nuestros novicios: Fray Valentín y Fray Juan Carlos. Queremos compartir con todos la oración y la eucaristía que será a las 5 de la tarde.

 Fray Valentín
Fray Juan Carlos

viernes, 2 de noviembre de 2012

Los iconos, ¿qué son?

¿Qué son los iconos?, ¿qué significan para el cristiano? Nuestro Padre Prior explica brevemente estas cuestiones en la inauguración de la exposicíón de iconos.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Los santos: gente con sangre en las venas y no agua bendita


Los santos: gente con sangre en las venas y no agua bendita.

 

Homilía de la Solemnidad de Todos los Santos

Padre Prior José María.

 

Queridos hermanos y queridas hermanas:

 

Nos encontramos celebrando una solemnidad grande donde las haya; sin embargo, una solemnidad que, a nivel popular, no siempre se entiende bien, no siempre se valora. Hay muchísimas personas que en este día de Todos los Santos aprovechan para ir al cementerio y se confunde el día de Todos los Santos con el de Todos los fieles difuntos, celebrado un día después.

 

La solemnidad de Todos los Santos no tiene nada que ver con días de luto o con días de recuerdo o añoranza, ¡todo lo contrario! Este día pone nuestros ojos en la meta de nuestra vida, pone nuestros ojos en Dios mismo, Aquel en quien tenemos nuestro destino. Es una fiesta que debe ensancharnos el corazón por que al mirar a Dios, al contemplarle cara a cara, como decía el Apóstol San Juan, hacernos semejantes a Él porque lo veremos tal cual es, caemos en la cuenta de que Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, no está sólo en el cielo. No es que Dios en el cielo esté rodeado de una cantidad infinita de ángeles, arcángeles, Tronos, Dominaciones, Potestades, etc… sino que parte de su gloria la tiene en sus hijos amados, predilectos, aquellos que, por la gracia, por la acción salvadora de Jesucristo y por la respuesta de una vida en fe y en obra, han sido santificados, han sido hechos partícipes de la santidad de Dios. Es innumerable la cantidad, como muy bien habla el libro del Apocalipsis, una cantidad que no se puede contar, una cantidad de hermanos y hermanas que son capaces de estar de pie delante del Trono y del Cordero con vestiduras blancas y palmas en las manos.

 

Claro que tenemos un gran error al mirar a los santos: el error está en verlos como muy allá, muy distante. Incluso nuestro lenguaje común nos traiciona cuando decimos que alguien es santo o un santito, nos referimos a que es alguien que tiene una conducta distinta, la mayoría de las veces distante también. Sin embargo, en este Año de la Fe deberíamos recuperar la imagen de la santidad.

 

En el cortejo de los santos están los Apóstoles, los Mártires, los Profetas, los Justos de la Antigua Alianza, también están los Confesores, los Pastores, las Vírgenes, los Consagrados y Consagradas, los Monjes, las Monjas y la cantidad inmensa de cristianos anónimos, de cristianos y cristianas, de padres de familia, de jóvenes y mayores, de personas como nosotros, como tú y como yo, personas normales, pues en caso de no ser normales sería una santidad fuera del plan de Dios. Los santos son gente normal, gente común, gente que ha tenido sangre en sus venas y no agua bendita, gente que ha luchado, que ha dudado, que ha sido tentada, que ha caído, que temblado, que se ha convertido, que se ha superado, que se ha vuelto a caer, que ha vivido todas las realidades que el ser humano puede vivir.

 

los santos, en un momento dado de su vida, se abrieron a la gracia de una manera total, si de golpe no, si progresivamente, hasta el punto en que se convirtieron en hombres y mujeres nuevos/as en Cristo, hombres y mujeres que vivieron según las Bienaventuranzas, el nuevo código del Nuevo Testamento. Fíjense: las Bienaventuranzas en todo momento habla de dichosos, felices, pero, a continuación ponen siempre una exigencia, una motivación, un hacer por parte de aquel que va a ser considerado dichoso.

 

En este Año de la Fe los santos son para nosotros aquellos que fueron aprendiendo a creer, fueron aprendiendo, y no es que rebajemos la santidad, todo lo contrario. Si le preguntáramos a cualquiera de los santos de nuestros altares o aquellos a los que pertenecen las reliquias que están en nuestro relicario, si preguntáramos a Santa Teresita: Teresita, ¿es verdad que eres una gran santa? Nos hubiera dicho que no. Cualquier santo nos respondería lo mismo. Los santos no tenían conciencia de ser santos, ellos tenían conciencia de que el amor de Dios  era lo más grande en su vida y de que Dios era lo más importante, sencillamente. Por lo tanto, vamos  no solamente a reactivar la fe, sino a recuperar la santidad, el anhelo de ser santos. Ser santos no es ponerse un título, es dejarse llenar de Dios, de su voluntad, de su amor, vivir con ese Dios que nos ama, con ese Dios que nos quiere para sí como hijos predilectos.

 

Otra tentación al hablar de la santidad y al pensar en ello es preguntarnos ¿para quién será eso? , ¿ a quién le corresponde esa llamada?: a todos, absolutamente a todos. Algunos estará pensando ¿y a mí? y a ti. Perdonen la expresión coloquial: de la llamada a la santidad no se escapa nadie, nadie. Con la mente negativa, manchada por el pecado, si pensamos que del pecado, del mal, del posible castigo no nos vamos a escapar, todos pecaron; pero ¿va a ser más fuerte el pecado que la gracia?, ¿va a ser más fuerte nuestra tentación y nuestras caídas que la misericordia y la acción salvadora de Dios?, ¿va a triunfar el Mal sobre el Bien? No. Dios, que lo puede todo, nos quiere vivos y en Él, nos quiere santos, como mínimo en proceso de santidad, no en proceso de canonización, eso vendrá más tarde, en proceso de santidad.

 

Llévense esto para la vida y verán que la gracia de Dios es más fuerte que nuestra debilidad. Con alegría y con gozo le damos hoy la mano a los santos del cielo que, en la Eucaristía, se unen a nosotros en este Misterio Redentor, aquí, comiendo su cuerpo y bebiendo su sangre tendremos la fuerza para, como ellos, caminar hacia la Jerusalén del Cielo.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Exposición de Iconos

Ayer, día 30 de Octubre, se inauguró la exposición de iconos realizados por María del Carmen del Cerro. Los iconos están expuestos hasta el día 14 de Noviembre en la sala Lola Massieu del municipio de Santa Brígida.
El horario de visitas es el siguiente:
Lunes a Viernes: 09:00 a 14:00 
Martes a Viernes: 18:00 a 20:00

Os mostramos algunas fotos de la exposición






sábado, 27 de octubre de 2012

``Este es el Sacramento de nuestra fe´´

``Este es el Sacramento de nuestra fe´´. Con este título dará Nuestro Padre Prior las Jornadas de Liturgia en Tenerife. Las Jornadas tendrán lugar en el edificio del Seminario Diocesano de Tenerife
El Programa de las jornadas es el que sigue:
9 de noviembre:
17.30-20.00 horas: Introducción: la liturgia-misterio de Dios y del hombre. La liturgia como profesión de fe. La fe confesada culmina en la Liturgia.
10 de noviembre:
10.30-13:00 horas: La celebración de la fe. Reflexión en torno a la “actualización” de los misterios en la liturgia.
16.00-20.00 horas: Vida litúrgica-vida de fe. Vida teologal y oración. El arte de celebrar y el arte de participar.

Para más información se pueden poner en contacto con el ISTIC de Tenerife.

martes, 9 de octubre de 2012

Entrevista a María del Carmen del Cerro Jiménez


 

¿De dónde es?

 

Nací en Toledo. Actualmente vivo en Madrid.

 

¿Qué fue lo que la llevó a pintar iconos?  

 

Pues una tontería… cuando ya las amas de casa no tenemos que hacer y los hijos son mayores… me apunté a unas clases de manualidades y allí había un pintor de iconos, me animaron y comencé.

 

¿Dónde aprendió?

 

Aprendí en Madrid con dos profesores. Los profesores fueron Antonio Cortés y Jordi Cortés.

 

¿Cuánto tiempo lleva pintando?

 

Treinta años.

 

¿Cuántos iconos ha pintado?

 

 Desde Diciembre del noventa y cuatro, llevo mil trescientos ochenta y siete. Estos mil trescientos ochenta y siete son los pintados para mis exposiciones, los que he regalado, vendido y los que tengo en casa, aparte de los que hemos hecho en los cursos y demás.

 

¿Qué icono crees que es tu obra maestra?

 

 Aún no he pintado mi obra maestra. Mi obra maestra cuando la concibo me parece que va a ser una maravilla… pero cuando la termino no me parece una maravilla (se ríe)

 

¿Qué la hace diferente como pintora de iconos de otros pintores?  

 

Yo he creado escuela, o sea, todos los alumnos que he tenido y que tengo se notan que han estado conmigo, eso puede ser una parte. Otra cosa es que yo no le hago la parte de abajo del ojo, es lo más característico.

 

¿En qué lugares has expuesto?

 

En Madrid he estado exponiendo desde el 2002 al 2006, también en Sevilla, Córdoba, Alicante, en Santander tres veces, en Talavera de la Reina. Las anteriores son exposiciones individuales, luego colectivas en los siguientes sitios: París, Bélgica, Cuenca, Tarancón.

 

¿Qué premios ha recibido?

 

Cuatro medallas de Bermeil en Bélgica, el Premio Elena Montreal de París, un premio en Cuenca de la mejor obra presentada, una Venus de Samotracia.

 

¿Los iconos se pintan o se escriben?

 

Se escriben porque  iconografía  significa escribir  iconos.

 

En España no hay tradición de veneración de iconos,  ¿cómo comenzó abrirse paso en España?

 

El primero fue Antonio Cortés que estuvo en el Monte Athos, aprendió a pintar iconos allí y después empezó a dar clases en Madrid. A él le sigue Jordi, él no estuvo en el Athos, pero vino a través de Antonio Cortés. En realidad, quien introdujo la iconografía en Madrid fue Antonio Cortés.

 

La espiritualidad del icono, háblanos de ello:

 

No se puede negar al icono su espiritualidad. Hoy está de moda el ser agnóstico y a los que les gusta el icono no dicen que les gusta porque tengan ellos sentido religioso sino que les gusta porque tiene un sentido artístico; pero al icono no se le puede quitar su espiritualidad porque en el icono este sentido religioso es más importante que el artístico. El icono incita a rezar.

A mí me compró una vez un señor un icono de la Virgen y él no creía en nada, pero le gustaba el arte religioso. No llegué a conocerlo porque lo compró en la galería donde yo exponía. Un día me llamó por teléfono y me dijo que lo había puesto en el mejor sitio de su casa, me dijo: Sólo abrir la puerta se ve el icono de la Virgen pero quede claro que yo no creo en nada. Yo creo que a partir de ahí ya cree en algo, digo creo porque no he vuelto hablar con él. Yo pienso que si no tienes un sensibilidad espiritual no pondrás en el mejor sitio de tu casa algo que es espiritual, pienso yo.

 

¿El lugar dónde se coloca el icono en una casa puede estar hablando de cómo es la persona?

 

Sí, claro. Uno de los problemas que hay con el icono al adquirirlo es que la gente no sabe donde colocarle. El que es creyente ya tiene un lugar pensado para colocarlo, la cosa cambia con alguien no tan creyente. Yo tuve un alumno sacerdote, tenía un icono en la cocina y cuando iba para la cocina y veía el icono le daban ganas de rezar y rezaba.

 

La Tradición de la Iglesia de Occidente en cuanto a las imágenes es de imágenes de bulto, imágenes bellas, bien proporcionadas y que gustan a la vista. Un occidental si la primera vez ve un icono y éste es de un santo que se ha destacado por su vida ascética, esa vida ascética el pintor la refleja en el icono de una manera que, nosotros al no entender esa espiritualidad, el icono nos parece algo feo. ¿Los iconos cómo hay que pintarlos?, ¿iconos bellos o respetando esa tradición?  

 

Respetando la Tradición Oriental (tanto católica como ortodoxa, puesto que la iconografía no es patrimonio exclusivo de la Ortodoxia).

 

 

 

 

 

Hay mucha gente que va a tus exposiciones y mucha que por vez primera ve un icono, ¿qué reacción tiene la gente ante ellos?

 

El icono tiene una cosa peculiar, el icono ó te gusta mucho ó no te gusta nada.

 

¿Qué iconos le gusta más pintar?

 

 El Pantocrátor, la Virgen y San Juan. Siempre que veo tres tablas pienso que en el medio va el Pantocrátor, a los lados la Virgen y San Juan.

 

Cuenta la gente que ha ido por su casa que en sus paredes no hay resquicio de blancura debido a que la pared está llena de iconos, ¿esto es cierto?  

 

Casi, ahora se ve algo más de la pared pues estoy mandando los iconos para el monasterio para la próxima exposición.

 

¿Hay escuela de pintores/escritores de iconos en España?

 

No. Crearemos escuela. El profesor último que tuve, Jordi Cortés, posiblemente cree escuela. Es un gran pintor de iconos, lo que pasa es que tiene la manía de copiar exactamente el mismo icono que va a pintar. Yo, por ejemplo, pienso que voy a pintar uno que he visto, pero le hago mis cambios. No hago cambios ni en la forma de preparar la tabla, ni en la pintura, lo que hago es que le pongo una orla de pan de oro, pongo pan de oro en el fondo. Hago algún cambio en lo que se puede cambiar. A él le va a costar crear escuela porque él copia exactamente el icono que va a pintar. Creo que eso para crear escuela no lleva camino puesto que viendo los iconos durante los siglos pasados vemos que un icono del siglo XI no tiene nada que ver con  uno del XIV, etc. Quiero decir que las escuelas que han ido saliendo desde los primeros siglos, cada pintor ha ido dando su estilo y lo mismo las escuelas.

 


¿ Qué criterios hacen que un icono sea verdaderamente un icono? , ¿qué cosas podrían hacer decaer al icono como tal?  

 

El hecho de hacer unas imitaciones con los productos nuevos como el transfer (tomar una estampa de un icono y pegarlo a la madera) y la pintura al óleo.

 

¿Cuándo será el próximo curso?

 

Creo que en Febrero

 

¿Cómo animarías a una persona para que se apunte al curso?

 
Creo que transmito el entusiasmo que yo tengo y quien venga disfrutará

lunes, 8 de octubre de 2012

Templo de Dios. Veneración a las reliquias de D. Bosco

¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. El templo de Dios es sagrado, y ese templo son ustedes. 1º Corintios 3: 16-17